Las lenguas urálicas forman una familia lingüística de unas 30 lenguas habladas por 20 millones de personas aproximadamente. El nombre de la familia hace referencia a su supuesta cuna cerca de los Urales. Los países en los que hay un número significativo de hablantes de lenguas urálicas son Estonia, Finlandia, Hungría, Rusia, Noruega y Suecia. Las lenguas urálicas más destacadas, en cuanto a número de hablantes e identidad nacional, son el estonio, el finés y el húngaro.
La estructura interna de la familia urálica está en discusión desde que se propuso. Los grupos genéticos independientes no cuestionados son:
- Lenguas saami
- Lenguas balto-fínicas
- Lenguas pérmicas
- Lenguas mordvinas
- lenguas cheremisas (mari)
- Lenguas Ob-úgricas: khanty y mansi
- Húngaro
- Lenguas samoyedas
La relación de estas familias entre sí es lo que está en discusión. Por ejemplo, frecuentemente se supone el khanty y el mansi, junto con el húngaro, forman el grupo ugrio, aunque existen dificultades para reconstruir el proto-ugrio y parece que el khanty y el mansi están en ciertos aspectos más cerca de las lenguas samoyedas que del húngaro. El proto-fino-pérmico parece más regularmente construible, igual que el proto-samoyedo y el proto-sami, pero existen dificultades con las otras agrupaciones, y el propio proto-urálico presenta dificultades e irregularidades.
Las características estructurales consideradas típicas de la familia incluyen:
- Desde el punto de vista morfológico son lenguas aglutinantes, aunque algunas lenguas, como el estonio, parecen más bien fusionantes.
- Fonológicamente varias de ellas poseen armonía vocálica.
- Carecen de género gramatical o clases nominales.
- Existencia de postposiciones, en lugar de preposiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario