Actualmente, el internet es un arma muy poderosa que se encuentra disponible para la mayoría de las personas. Así como tiene las ventajas de ser muy útil, rápido y fácil, también tiene la desventaja de ser peligroso y a veces muy malo si no lo sabes usar correctamente. Pero además de eso ¿alguna vez nos hemos preguntado si el internet perjudica o beneficia al periodismo?
Desde mi punto de vista, creo que hace ambas cosas. Por un lado, el periodismo es beneficiado por el internet porque al momento de que ocurre algo, la noticia es procesada y publicada en cuestión de minutos en línea. Un claro ejemplo, el día que Steve Jobs falleció, aproximadamente a los tres minutos del acontecimiento la noticia ya estaba en el buscador Google. Eso nos beneficia a los que hacemos uso del internet, pues podemos estar enterados al momento del acontecimiento y leer la noticia en primicia.
Sin embargo, con situaciones como esta, el periodismo escrito y visual deja de funcionar. ¿Para qué querríamos ver en la televisión o en el periódico la misma noticia que ya conocemos perfectamente gracias al internet? Ese es un grave problema. Los noticieros se ven considerablemente afectados gracias a la baja de espectadores que prefieren usar un medio más “efectivo” para enterarse de las cosas.
Actualmente la mayoría de la gente únicamente ocupa la televisión para ver las novelas, los reality shows y las películas. Ya no hacemos buen uso de la televisión pues el internet resulta ser una herramienta mejor y mucho más moderna y efectiva. Así mismo, el periódico ha dejado de ser una herramienta para enterarse de las noticias en primicia. ¿Hace cuánto no vemos a más de tres personas en el día leyendo el periódico? Yo en lo personal, hace mucho. Más bien el periódico actualmente parece ser útil únicamente para cubrir el suelo cuando pintamos la pared, o para envolver las figuras de porcelana del nacimiento para el próximo año.
¿Por qué no regresar a darle un buen uso al periódico y a los otros medios? No dependamos del internet, que a veces es tan incierto y escaso de seriedad.
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